Revolut lanza un nuevo modo de seguridad para reducir el riesgo de robos

Revolut ha anunciado el lanzamiento de un nuevo modo de seguridad inteligente, diseñado para proteger el dinero de sus clientes ante robos o pérdidas del teléfono móvil, una de las situaciones que más preocupan a los usuarios de banca digital. La funcionalidad, bautizada como “Modo Calle”, llega en pleno periodo de compras navideñas y desplazamientos, un momento en el que se incrementan los hurtos y los intentos de fraude vinculados al robo físico de dispositivos.

El neobanco británico se coloca así un paso por delante de un fenómeno en auge: los delincuentes que, tras arrebatar un móvil, intentan realizar transferencias inmediatas desde las aplicaciones bancarias, aprovechando que el acceso al dispositivo permite abrir apps, leer mensajes o incluso aceptar operaciones bajo coacción. Revolut, consciente de este escenario, ha decidido reforzar la protección en los momentos de mayor vulnerabilidad.

El resultado es una herramienta que combina geolocalización, límites personalizables y verificaciones adicionales, con el objetivo de reducir al máximo el margen de maniobra de quien intente operar de forma fraudulenta.

¿Qué es exactamente el nuevo “Modo Calle”?

El “Modo Calle” es un mecanismo de seguridad que se activa automáticamente cuando el usuario se encuentra fuera de sus ubicaciones de confianza, una lista que cada cliente puede configurar a su gusto. Domicilio, lugar de trabajo o espacios habituales pueden añadirse para evitar molestias en el día a día. Pero una vez se abandona ese perímetro, Revolut despliega una segunda capa de protección.

Las operaciones superiores al límite fijado por el propio usuario exigirán verificaciones adicionales, lo que implica que no bastará con tener el móvil desbloqueado para transferir dinero. Además, estas transferencias sufrirán un retraso de una hora, un colchón de seguridad clave para detectar movimientos sospechosos y bloquearlos antes de que el dinero llegue al destinatario.

Esta demora tiene como propósito frenar una modalidad delictiva en ascenso, conocida como transfer mugging, en la que los ladrones fuerzan al propietario del móvil a enviar dinero en el acto, aprovechando que las transferencias inmediatas se ejecutan en segundos. La nueva funcionalidad se convierte así en un freno operativo que otorga tiempo para reaccionar y pedir ayuda.

Un escudo adaptado al comportamiento real de los usuarios

Revolut lleva meses analizando cómo reaccionan las personas en situaciones de estrés derivadas de un robo, y una de las conclusiones más relevantes es que la víctima no siempre puede resistirse o negar una operación. Por eso, el nuevo sistema está pensado para anticiparse a la amenaza y actuar sin que el usuario tenga que intervenir.

Al requerir pasos adicionales en ubicaciones desconocidas, el “Modo Calle” se convierte en un guardián silencioso que vigila los momentos de mayor movilidad, como desplazamientos nocturnos, viajes por ciudades poco conocidas o estancias en zonas de alta afluencia.

Según explica Rami Kalai, Product Owner de Revolut, el objetivo es dar respuesta a riesgos que evolucionan con rapidez: “Necesitamos adelantarnos a las nuevas formas de fraude que buscan poner en peligro el dinero de nuestros clientes”, asegura. Para Kalai, la clave está en dotar a la aplicación de “un escudo sensible al contexto, capaz de comprender cuándo el cliente necesita una protección adicional y reaccionar en consecuencia”.

La filosofía detrás del proyecto es clara: más control, más tiempo para actuar y más tranquilidad en situaciones imprevistas.

Mayor seguridad sin complicar la experiencia de uso

A pesar del refuerzo, Revolut ha puesto especial cuidado en que la herramienta no convierta la app en un laberinto de verificaciones constantes, algo que los usuarios suelen rechazar. Por ello, el sistema solo interviene cuando se detecta una combinación de factores de riesgo: ubicación desconocida, operación por encima del límite definido y comportamiento anómalo respecto al uso habitual.

En las zonas de confianza establecidas por el propio cliente, las operaciones seguirán funcionando con normalidad, sin capas adicionales. Esto evita fricciones innecesarias y mantiene la fluidez que caracteriza a la banca móvil. Para activar el modo, basta con acceder a los ajustes de seguridad dentro de la aplicación y definir las ubicaciones seguras y los límites deseados. A partir de ahí, la protección empieza a funcionar de manera automática, sin necesidad de activarla manualmente cada vez.

El lanzamiento del “Modo Calle” se produce en un contexto en el que la seguridad digital se ha convertido en una de las prioridades del sector financiero, especialmente tras el aumento de robos en los que los delincuentes usan el móvil de la víctima para acceder a sus cuentas o aprobar pagos.

Revolut, que ya había incorporado medidas como el bloqueo instantáneo de tarjetas, los límites temporales o la autenticación reforzada, refuerza ahora su posición como una de las entidades más activas en materia de prevención. La apuesta por funciones proactivas —no solo reactivas— marca una tendencia creciente: anticiparse al ataque antes de que ocurra, especialmente en los robos que combinan el acceso físico al dispositivo con ingeniería social.

Un paso más hacia una banca móvil más segura

Con “Modo Calle”, Revolut no solo introduce una herramienta útil para situaciones de riesgo, sino que envía un mensaje claro: la seguridad es un elemento central de su estrategia de innovación. La entidad digital reafirma así su intención de seguir desarrollando tecnologías que respondan a problemas reales y cada vez más frecuentes.

En un escenario donde el móvil se ha convertido en la llave principal de la vida financiera de millones de personas, contar con un sistema que protege incluso cuando el usuario no puede hacerlo es un avance decisivo. Revolut planea seguir ampliando este tipo de funcionalidades en los próximos meses, con el objetivo de ofrecer una plataforma más robusta en términos de privacidad, seguridad y prevención del fraude.

El “Modo Calle” es, por tanto, un paso importante hacia un ecosistema digital donde la protección del usuario se activa en el momento exacto en el que más la necesita.